Cada vez se oye hablar, y se lee más sobre el desarrollo personal. Miles y miles de palabras dan forma a numerosos métodos que prometen alcanzar el “nirvana” en este mundo, y si no tenemos claro qué queremos, y para qué lo queremos, podemos terminar enredados en cuestiones que nada tienen que ver con lo que nosotros buscamos.
Por eso, lo primero que debe preguntarse alguien que está interesado en el desarrollo personal, es qué quiere, y para qué quiere lo que quiere.
El camino del desarrollo personal es una opción individual, y es igualmente válido seguirlo que no seguirlo. Muchas de las personas que se encuentran “enredadas” en alguno de los múltiples métodos existentes, lo primero que hacen es decir a los demás todo aquello que se pierden, y lo poco que ven, y lo mucho que necesitan empezar a recorrer el camino que ellos han empezado.
Cualquiera que reciba alguna de esas indicaciones debe darse cuenta que; o bien el método que sigue esa persona no es demasiado bueno, o que no sabe aplicarlo, ya que, para que sea un buen método o camino de desarrollo personal, debe enseñar el respeto a lo que uno es, a la diferencia con los demás, y a la libertad de elección.
Particularmente, desde mi punto de vista, lo que yo busco en el camino del desarrollo personal, es un proceso de individuación, con un objetivo muy claro: ser una persona libre, independiente, señora de mí misma, de tal manera que sea capaz de utilizar al máximo mis capacidades disponibles, minimizando al máximo las limitaciones existentes.
Desarrollar mi consciencia, mi conciencia, con responsabilidad, con capacidad de juicio, de crítica, y de autocrítica. Ir ganando visión sobre mí misma, para poder ver mejor la realidad y a los demás. Poder aceptar lo que soy, lo que es la realidad, y lo que son los demás.
A partir de haber definido qué es lo que quiero, y para qué lo quiero, es necesario emprender la búsqueda a través de los numerosos métodos existentes y encontrar aquellos que te permitan llegar a conseguir lo que buscas. Y en esa búsqueda, es fundamental analizar bien y enjuiciar, profunda y sistemáticamente todo aquello que nos dice el “gurú” de turno, no vaya a ser que predique algo y haga lo contrario. Y si lo primero que nos dice, es que tal como somos, no valemos… salgamos corriendo…
Huyamos de clichés, y busquemos aquello que, de verdad, nos viene bien a nosotros. Y eso sólo lo sabremos, si empleamos tiempo en pensar…lo que queremos, y para qué lo queremos. Respetémonos a nosotros mismos. Sin eso, todo lo demás, sobra.
Y entonces; ¿tú qué quieres y qué buscas en tu desarrollo personal?
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